Querida vida :

Llamarte bonita es aceptar que eres caprichosa. Sabiendo que pocas cosas siguen una lógica consciente y racional, entenderás que vivirte no resulta nada fácil.

Me haces con un montón de sentimiento y yo tengo que aprender a arreglármelas con ellos. Esto, tampoco es fácil.
Además me haces mortal, y si no lo acepto rápido, te maltrato y no aprecio el tiempo que me das,el suficiente como para aprovecharlo cada día. No aceptar la mortalidad conllevaría a vivirte insatisfecha, llorando por lo que nunca tendré , triste casi sin saber porque. Y una vez más, esto, tampoco me resulta fácil.
Sobre todo, de todas las vidas posibles, me haces elegir la mía propia. Me haces decidir y no hay decisión perfecta.
Si un día estoy triste, todo mi pasado lo pinto triste, si un día estoy alegre, todo mi pasado lo pinto alegre. Un poco injusto ¿no?

Querida vida, a ver si tú y yo nos vamos entendiendo .